martes, 30 de junio de 2015

A mis compañeros docentes

A mis compañeros Docentes.

por: Claudia Dávalos

   La intención de estas palabras manifiestas aquí es solo una, invitarnos a reflexionar sobre nuestro papel en un escenario social que constantemente se transforma y crece, se diversifica y complejiza de formas que suelen en ocasiones rebasar la comprensión de los actores destinados a vivir esos cambios, pero pese a todo ello lo significativo de esta realidad deformada y basta, es buscar la relevancia de nuestro actuar en mundo así, que cada día parece haber perdido sentido y que apunta es deber nuestro entregar ese sentido a aquellos que se encuentran en nuestras manos.

   En el siglo pasado y el presente se han dado múltiples luchas con respeto a la búsqueda de la equidad, la igualdad y la justicia social para los grupos tildados como desfavorecidos, a nuestros ojos aquellos que son débiles deben ser protegidos y bajo el encarnizado esquema de la Globalización mundial y la masificación de la consciencia ha prevalecido en las instituciones sociales y la base de la ética y moral de la mayoría de los pueblos esa necesidad de brindar oportunidades a aquellos que necesitan ser parte del mundo.

   Recapitulando un poco, recordemos que una de las primeras luchas que a nivel mundial ocasionaron grandes cambios en las dinámicas sociales, fueron las derivadas luego de la segunda guerra mundial, para instaurar los derechos humanos, y esta transformación derivo en el nacimiento con el paso de las décadas de una serie de legislaciones enfocadas a la protección de sectores sociales específicos, los niños, las mujeres, los ancianos, los discapacitados, los indígenas etc. Naciendo entonces los derechos de la Infancia, los derechos de las Mujeres, los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de los adolescentes etc, y reajustándose con ello los postulados constitucionales matizándolos de un enfoque democrático, plural, integrador que se vio contagiado en todo el mundo, o al menos en aquellos países sometidos a la aprobación del a ONU.

   De lo anterior una de las primeras situaciones que impactaron la actual educación moderna fue la lucha de géneros, la búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres fue el primer eslabón de una cadena de afectaciones en los sistemas educativos. El hecho de que la educación se convirtiera en un espacio de formación mixto donde convivieran con igualdad niños y niñas le llevo a las sociedades a vivir grandes procesos de cambio, especialmente para los docentes, ya que romper paradigmas éticos y morales previamente establecidos que desembocaban en estereotipos socialmente validados no fue fácil, hasta la fecha pese a la apertura social y las “plenas “oportunidades el espacio escolar aún sigue arrastrando la visión machista de la educación familiar, que si bien cada generación que pasa se vuelve mas laxa, siempre existen situaciones que se manifiestan en el plano social y son un permanente recordatorio de la desigualdad que aún impera en el imaginario social sobre la condición de una mujer con respecto a la de un hombre.

   La pregunta latente ante la situación anterior es esta ¿pueden acaso las reformas legales asegurar o fomentar los cambios sociales?, algunos dirán que tal vez son el inicio de un cambio, pero ¿de qué sirve este si el cambio de mentalidad, de posición cultural, de visión ética no se manifiesta?, ¿qué sentido y significado posee una ley que no es comprendida ni aceptada? La respuesta a esta pregunta se localiza en el argumento vivió de nuestra realidad, todo aquello se convierte en ley muerta, que existe pero no es válida para todos, que esta ahí, pero es desconocida y demeritada, usada y abusada, manipulada en ocasiones incluso en contra de aquellos que ha de proteger, ya que no se ha constituido como un, retomando a Rousseau, CONTRATO SOCIAL verdadero, ¿cómo hacer entonces que esto suceda? Desconozco la respuesta, pero se con total certeza que es la educación la base de la misma, el aula, la formación y lo que mostramos a la mente y el alama de los educandos, es lo que al final determinara su comprensión del mundo y aunque los sistemas educativos se han transformado tan radicalmente, y pareciera ser que es paradójico, ya que la formación que la actual sociedad requiere en mundos globales, y digo mundos, porque aunque el sistema político y económico tiene la finalidad de conformar un solo mundo, este aún no se consolidado y si miramos atentamente a nuestro alrededor observamos un subconjunto de mundos diferentes, nacidos de la multiculturalidad, la interculturalidad, la pluriculturalidad que cada día luchan por convivir y anteponerse los unos a los otros, es una formación que no clama por la comprensión y reflexión,el entendimiento o el diálogo, la empatía, la inclusión o la equidad, por el contrario irónicamente pareciera ser que de estas uniones o vínculos entre las culturas se toma solo lo que al sistema le conviene y ¿por qué lo permitimos si somos formadores?.

   Al final el docente al igual que cualquier otro actor social se encuentra sumergido en el mismos sistema contra el cual debería oponerse, no clamo al levantamiento revolucionario como medio, o a las marchas o manifestaciones como una salida, personalmente eso solo me parece un absurdo, clamo al mejor levantamiento de todos y la mejor revolución, la de los sentidos, la del pensamiento, la de la reflexión, al cultura y el conocimiento, clamo a cumplir con el deber que Marx acuño para nosotros el despertar de la “consciencia de si” y la “consciencia para si” a través de la educación, de la formación que solo puede darse en el aula y que solamente nosotros podemos hacerla, para rescatar a nuestros educandos del pozo profundo y oscuro al que día a día se dirigen entre el consumismos y la ausencia de ética, la violencia, el caos, las nuevas generaciones, clamo a la construcción y reconstrucción de los social como Freire lo proclama a partir de un “dialogismo” de esperanza, confianza respeto y amor, ya que ¿de qué sirven los postulados del artículo tercero constitucional si aunque se asegure una educación para todos, y desde la carta marga se proclame que esta debe ser de “calidad” esta se haya desvirtuada por el cumplimiento de un postulado obligado y corrupto por la exigencia ciega de presentar presuntos “resultados” a partir de cifras y números?

   El grito sórdido y silencioso de aquellos que padecen injusticias o que sufren sin sentido, jamás habrá de terminarse si no hay una comprensión de la realidad y pese a la legislación encaminada a la protección de los derechos indígenas, por ejemplo aunque el documento postula que han de respetarse las lenguas y sistemas de vida y brinda derechos individuales enfocados a la integración, al respeto y la valoración de los indígenas en toda la nación, ocho artículos enfocados a su reconocimiento, cuatro más que desglosan sus derechos como hablantes, uno solo enfocado a la COMPETENCIA del fomento de sus lenguas, y doce mas explicando las funciones del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, ¡¡doce!!, de un total de 25 artículos, la mitad dedicados a un organismo, pero bueno si miramos la realidad podemos contemplar las formas en que día a día los violentamos, minimizando su labor, cerrando los espacios, acorralándolos en un mundo donde el Estado afirma que los protege, pero que las practicas cotidianas de la sociedad demuestran lo contrario, ya que creo yo que la existencia de libros bilingues y la inclusión de temas, y uno que otro proyecto y algunos libros en la biblioteca de aula, o en spots publicitarios no es una gran estrategia para la conservación de las lenguas indígenas que son un legado invaluable de nuestro pueblo, así como el Estado esta preocupado que para nuestra inserción al mundo global nos enseñen inglés o francés, ¿por qué no demostrar ese verdadero compromiso con nuestro propio legado enseñando de manera obligatoria el náhuatl en las escuelas?

   Es evidente que la legislación de nuestro país sueña, con postulados que lo llevan a volar en el nocturno con el paisaje lunar resplandeciente en la utopía de la realización, pensando que con artículos y organismos las cosas han de resolverse, mientras en las escuelas la inclusión es FORZADA, ya que alumnos, maestros, autoridades educativas y la propia comunidad escolar no han sido preparados para ella, y desgraciadamente seguimos cometiendo errores al respecto, errores que nosotros los docentes solapamos y permitimos en miras a cuidar nuestro medio de sustento, situación loable y comprensible, pero aberrante, convirtiéndonos en seres desfigurados como manchones de tinta en los paisajes del acontecer de nuestra nación, donde solo unos pocos se atreven a navegar entre la niebla de la búsqueda de la veracidad, de la lucha constante por el compromiso y porque las nuevas generaciones sean formadas con altos avatares de la ética, la empatìa, la cultura, el arte, el deporte, la sapiencia y de todo aquello que nos hace realmente humanos.

   La experiencia ha de mostrarnos la magnitud de los fallos, la inclusión de los Derechos de las niñas y los niños en la educación ha sido una pequeña muestra de la deformación de la realidad al respecto, derechos que actualmente junto con los Derechos de los adolescentes se han convertido en una filosa espada que destroza a pedazos la labor docente, ya que los acuerdos y postulados derivados de la protección de tales derechos rebajan el magisterio a situaciones increíbles y absurdas por miras a llevar a cabal cumplimiento postulados tan simples como “el derecho a la educación”, “el derecho a la salud”, “el derecho a una vida digna”, que fueron difundidos y predicados sin la contra parte lógica de obligación adquirida por ese derecho y así se formaron mentes que tienen la absoluta claridad de sus exigencias pero que carecen de la consciencia de la correspondencia de la misma y cuyos padres se encuentran en el mismo tenor, en pedestales ciegos donde ejercen los derechos CONSTITUCIONALES que les han sido concedidos por ser mexicanos de nacimiento, respaldados en el articulo primero de las garantías individuales donde se proclama la nula discriminación, la esclavitud y el respeto de TODAS las autoridades por el fomento de los Derechos humanos, e irónicamente son las instituciones las primeras en no dar cumplimiento a ello, instituciones como las educativas por ejemplo, el artículo segundo de la Nación que habla de la preservación de los elementos de la misma y que menciona ya la el salvaguardo d los derechos indígenas, pero que no puede evitar que en las familias mexicanas se les considere “inditos” o el artículo tercero de la Educación, que promulga la educación básica y de calidad como un derecho, y que e bien conocido al derecho y al revés por los padres de familia, pero que ellos no consideran todos los artículos del capitulo segundo de la constitución titulado “De los Mexicanos” especialmente el artículo 31 fracción primera, el artículo 24 sobre la libertad de creencias, que también impacta la educación, planteando que la educación será laica, pero hay padres y docentes que la entienden también como sinónimo de ausencia de formación ética y moral y asì podríamos desmenuzar cada ley, cada acuerdo, cada planteamiento, pero ese no es el sentido de esta reflexión.

Finalmente queda señalar que el conocimiento de las leyes, y los acuerdos educativos es una responsabilidad que para el magisterio debiese tener prioridad, eso y la comprensión de sus orígenes y de lo que dentro de esos parámetros legales puede hacerse, es quizá clave vitalicia para dejar de ser esclavos ciegos, Adanes hijos de Dios todo poderoso que igual que en la antigua tradición católica seguían fiel y ciegamente los magnánimos y hermosos postulados del omnipotente señor (Estado), es tal vez momento de ver mas allá y como la sublime Eva morder la manzana que nos llevará a otra clase de paraíso.



1 comentario:

  1. Felicidades Claudia. Suscribo el contrato social que implemente la lengua náhuatl como obligatoria, igual que el zapoteco, el rarámury, entre otras, así que ahora un deber docente -sí, otro más- es aprender activamente una lengua. Gracias por las metáforas, por las reflexiones y por referirse a los documentos legales desde la mirada de filósofos y pedagogos, desde el diálogo y la libertad de la palabra.
    Actividad: Aceptada

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