A mis compañeros Docentes.
por: Claudia Dávalos
La
intención de estas palabras manifiestas aquí es solo una,
invitarnos a reflexionar sobre nuestro papel en un escenario social
que constantemente se transforma y crece, se diversifica y complejiza
de formas que suelen en ocasiones rebasar la comprensión de los
actores destinados a vivir esos cambios, pero pese a todo ello lo
significativo de esta realidad deformada y basta, es buscar la
relevancia de nuestro actuar en mundo así, que cada día parece
haber perdido sentido y que apunta es deber nuestro entregar ese
sentido a aquellos que se encuentran en nuestras manos.
En
el siglo pasado y el presente se han dado múltiples luchas con
respeto a la búsqueda de la equidad, la igualdad y la justicia
social para los grupos tildados como desfavorecidos, a nuestros ojos
aquellos que son débiles deben ser protegidos y bajo el encarnizado
esquema de la Globalización mundial y la masificación de la
consciencia ha prevalecido en las instituciones sociales y la base de
la ética y moral de la mayoría de los pueblos esa necesidad de
brindar oportunidades a aquellos que necesitan ser parte del mundo.
Recapitulando
un poco, recordemos que una de las primeras luchas que a nivel
mundial ocasionaron grandes cambios en las dinámicas sociales,
fueron las derivadas luego de la segunda guerra mundial, para
instaurar los derechos humanos, y esta transformación derivo en el
nacimiento con el paso de las décadas de una serie de legislaciones
enfocadas a la protección de sectores sociales específicos, los
niños, las mujeres, los ancianos, los discapacitados, los indígenas
etc. Naciendo entonces los derechos de la Infancia, los derechos de
las Mujeres, los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de
los adolescentes etc, y reajustándose con ello los postulados
constitucionales matizándolos de un enfoque democrático, plural,
integrador que se vio contagiado en todo el mundo, o al menos en
aquellos países sometidos a la aprobación del a ONU.
De
lo anterior una de las primeras situaciones que impactaron la actual
educación moderna fue la lucha de géneros, la búsqueda de igualdad
entre hombres y mujeres fue el primer eslabón de una cadena de
afectaciones en los sistemas educativos. El hecho de que la educación
se convirtiera en un espacio de formación mixto donde convivieran
con igualdad niños y niñas le llevo a las sociedades a vivir
grandes procesos de cambio, especialmente para los docentes, ya que
romper paradigmas éticos y morales previamente establecidos que
desembocaban en estereotipos socialmente validados no fue fácil,
hasta la fecha pese a la apertura social y las “plenas
“oportunidades el espacio escolar aún sigue arrastrando la visión
machista de la educación familiar, que si bien cada generación que
pasa se vuelve mas laxa, siempre existen situaciones que se
manifiestan en el plano social y son un permanente recordatorio de la
desigualdad que aún impera en el imaginario social sobre la condición
de una mujer con respecto a la de un hombre.
La
pregunta latente ante la situación anterior es esta ¿pueden acaso
las reformas legales asegurar o fomentar los cambios sociales?,
algunos dirán que tal vez son el inicio de un cambio, pero ¿de qué
sirve este si el cambio de mentalidad, de posición cultural, de
visión ética no se manifiesta?, ¿qué sentido y significado posee
una ley que no es comprendida ni aceptada? La respuesta a esta
pregunta se localiza en el argumento vivió de nuestra realidad, todo aquello se convierte en ley muerta, que existe pero no es válida
para todos, que esta ahí, pero es desconocida y demeritada, usada y
abusada, manipulada en ocasiones incluso en contra de aquellos que ha
de proteger, ya que no se ha constituido como un, retomando a
Rousseau, CONTRATO SOCIAL verdadero, ¿cómo hacer entonces que esto
suceda? Desconozco la respuesta, pero se con total certeza que es la educación la base de la misma, el aula, la formación y lo que
mostramos a la mente y el alama de los educandos, es lo que al final determinara su comprensión del mundo y aunque los sistemas
educativos se han transformado tan radicalmente, y pareciera ser que
es paradójico, ya que la formación que la actual sociedad requiere en mundos globales, y digo mundos, porque aunque el sistema político y económico tiene la finalidad de conformar un solo mundo, este aún
no se consolidado y si miramos atentamente a nuestro alrededor
observamos un subconjunto de mundos diferentes, nacidos de la
multiculturalidad, la interculturalidad, la pluriculturalidad que
cada día luchan por convivir y anteponerse los unos a los otros, es
una formación que no clama por la comprensión y reflexión,el
entendimiento o el diálogo, la empatía, la inclusión o la equidad,
por el contrario irónicamente pareciera ser que de estas uniones o vínculos entre las culturas se toma solo lo que al sistema le
conviene y ¿por qué lo permitimos si somos formadores?.
Al
final el docente al igual que cualquier otro actor social se
encuentra sumergido en el mismos sistema contra el cual debería
oponerse, no clamo al levantamiento revolucionario como medio, o a
las marchas o manifestaciones como una salida, personalmente eso solo
me parece un absurdo, clamo al mejor levantamiento de todos y la
mejor revolución, la de los sentidos, la del pensamiento, la de la
reflexión, al cultura y el conocimiento, clamo a cumplir con el
deber que Marx acuño para nosotros el despertar de la “consciencia
de si” y la “consciencia para si” a través de la educación,
de la formación que solo puede darse en el aula y que solamente
nosotros podemos hacerla, para rescatar a nuestros educandos del pozo
profundo y oscuro al que día a día se dirigen entre el consumismos
y la ausencia de ética, la violencia, el caos, las nuevas
generaciones, clamo a la construcción y reconstrucción de los
social como Freire lo proclama a partir de un “dialogismo” de
esperanza, confianza respeto y amor, ya que ¿de qué sirven los
postulados del artículo tercero constitucional si aunque se asegure
una educación para todos, y desde la carta marga se proclame que
esta debe ser de “calidad” esta se haya desvirtuada por el cumplimiento de un postulado obligado y corrupto por la exigencia
ciega de presentar presuntos “resultados” a partir de cifras y
números?
El
grito sórdido y silencioso de aquellos que padecen injusticias o que
sufren sin sentido, jamás habrá de terminarse si no hay una
comprensión de la realidad y pese a la legislación encaminada a la
protección de los derechos indígenas, por ejemplo aunque el
documento postula que han de respetarse las lenguas y sistemas de
vida y brinda derechos individuales enfocados a la integración, al
respeto y la valoración de los indígenas en toda la nación, ocho
artículos enfocados a su reconocimiento, cuatro más que desglosan sus derechos como hablantes, uno solo enfocado a la COMPETENCIA del
fomento de sus lenguas, y doce mas explicando las funciones del
Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, ¡¡doce!!, de un total de
25 artículos, la mitad dedicados a un organismo, pero bueno si
miramos la realidad podemos contemplar las formas en que día a día
los violentamos, minimizando su labor, cerrando los espacios, acorralándolos en un mundo donde el Estado afirma que los protege,
pero que las practicas cotidianas de la sociedad demuestran lo
contrario, ya que creo yo que la existencia de libros bilingues y la
inclusión de temas, y uno que otro proyecto y algunos libros en la
biblioteca de aula, o en spots publicitarios no es una gran
estrategia para la conservación de las lenguas indígenas que son un
legado invaluable de nuestro pueblo, así como el Estado esta
preocupado que para nuestra inserción al mundo global nos enseñen
inglés o francés, ¿por qué no demostrar ese verdadero compromiso
con nuestro propio legado enseñando de manera obligatoria el náhuatl
en las escuelas?
Es
evidente que la legislación de nuestro país sueña, con postulados
que lo llevan a volar en el nocturno con el paisaje lunar
resplandeciente en la utopía de la realización, pensando que con artículos y organismos las cosas han de resolverse, mientras en las
escuelas la inclusión es FORZADA, ya que alumnos, maestros,
autoridades educativas y la propia comunidad escolar no han sido
preparados para ella, y desgraciadamente seguimos cometiendo errores
al respecto, errores que nosotros los docentes solapamos y permitimos
en miras a cuidar nuestro medio de sustento, situación loable y
comprensible, pero aberrante, convirtiéndonos en seres desfigurados
como manchones de tinta en los paisajes del acontecer de nuestra nación, donde solo unos pocos se atreven a navegar entre la niebla
de la búsqueda de la veracidad, de la lucha constante por el
compromiso y porque las nuevas generaciones sean formadas con altos
avatares de la ética, la empatìa, la cultura, el arte, el deporte,
la sapiencia y de todo aquello que nos hace realmente humanos.
La experiencia ha de mostrarnos la magnitud de los fallos, la inclusión de los Derechos de las niñas y los niños en la educación ha sido
una pequeña muestra de la deformación de la realidad al respecto,
derechos que actualmente junto con los Derechos de los adolescentes
se han convertido en una filosa espada que destroza a pedazos la
labor docente, ya que los acuerdos y postulados derivados de la
protección de tales derechos rebajan el magisterio a situaciones increíbles y absurdas por miras a llevar a cabal cumplimiento
postulados tan simples como “el derecho a la educación”, “el
derecho a la salud”, “el derecho a una vida digna”, que fueron
difundidos y predicados sin la contra parte lógica de obligación adquirida por ese derecho y así se formaron mentes que tienen la
absoluta claridad de sus exigencias pero que carecen de la
consciencia de la correspondencia de la misma y cuyos padres se
encuentran en el mismo tenor, en pedestales ciegos donde ejercen los
derechos CONSTITUCIONALES que les han sido concedidos por ser
mexicanos de nacimiento, respaldados en el articulo primero de las garantías individuales donde se proclama la nula discriminación,
la esclavitud y el respeto de TODAS las autoridades por el fomento de
los Derechos humanos, e irónicamente son las instituciones las
primeras en no dar cumplimiento a ello, instituciones como las
educativas por ejemplo, el artículo segundo de la Nación que habla
de la preservación de los elementos de la misma y que menciona ya la
el salvaguardo d los derechos indígenas, pero que no puede evitar
que en las familias mexicanas se les considere “inditos” o el
artículo tercero de la Educación, que promulga la educación básica
y de calidad como un derecho, y que e bien conocido al derecho y al revés por los padres de familia, pero que ellos no consideran todos
los artículos del capitulo segundo de la constitución titulado “De
los Mexicanos” especialmente el artículo 31 fracción primera, el
artículo 24 sobre la libertad de creencias, que también impacta la educación, planteando que la educación será laica, pero hay padres
y docentes que la entienden también como sinónimo de ausencia de
formación ética y moral y asì podríamos desmenuzar cada ley, cada
acuerdo, cada planteamiento, pero ese no es el sentido de esta reflexión.
Finalmente
queda señalar que el conocimiento de las leyes, y los acuerdos
educativos es una responsabilidad que para el magisterio debiese
tener prioridad, eso y la comprensión de sus orígenes y de lo que
dentro de esos parámetros legales puede hacerse, es quizá clave vitalicia para dejar de ser esclavos ciegos, Adanes hijos de Dios
todo poderoso que igual que en la antigua tradición católica seguían fiel y ciegamente los magnánimos y hermosos postulados del omnipotente señor (Estado), es tal vez momento de ver mas allá y como la sublime Eva morder la manzana que nos llevará a otra clase de paraíso.













